EFE (Archivo)
En México existe una tradición que data de la época prehispánica en la que un alcalde debe casarse con un caimán para traer prosperidad a la comunidad.
Se trata de un ritual que celebra la comunidad de San Pedro Huamelula, en el estado de Oaxaca, cada que finaliza el mes de junio. Esta tradición simboliza la unión entre los pueblos chontal y huave, y, mediante la cual piden que haya abundancia y alimentos.
Esta celebración tiene su origen en la llegada de los chontales a la región costera de Oaxaca, en tiempos prehispánico, en la ribera del Pacífico.
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Este pueblo entró en conflicto con los huaves, que poblaban la zona. Ambos reclamaban tener el poder de propiciar lluvias o buenas cosechas.
La disputa terminó con esta unión que se ha mantenido a través de los años.
Este año «la boda» fue entre el alcalde Víctor Hugo Sosa y un caimán que representa a una princesa.
El alcalde besó y bailó con el reptil de 7 años, que vestía un vestido de novia blanco, como una oración por la generosidad de la naturaleza.
Se cree que el caimán, con la boca cerrada, es una deidad que representa a la madre tierra. El matrimonio simboliza la conexión entre los humanos y lo divino, de acuerdo con Insider.
En este ritual también se lleva a cabo una procesión durante la cual, los habitantes de ese pueblo pesquero llevan al caimán en brazos y lo abanican con sus sombreros.
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