Unos científicos vienen usando la orina de personas para crear fertilizantes para los cultivos. Foto: AFP/ Freepik
Un grupo de científicos chilenos vienen haciendo un estudio extrayendo un valioso mineral de la orina humana para crear fertilizantes.
Los investigadores liderados por Dafne Crutchik les piden a sus familiares y amigos que les donen su orina varias veces al año.
La idea es obtener fósforo, un mineral escaso y clave para crear fertilizantes. Este recurso se ha vuelto esencial para mejorar el rendimiento de los cultivos.
Sin embargo, la explotación de este mineral la dominan unos pocos países como Marruecos, China, Estados Unidos y Rusia.
Además, las reservas mundiales han venido disminuyendo y su precio se ha disparado por cuenta de la guerra en Ucrania.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) evidenció que el valor de los fertilizantes aumentaron por cuenta de este conflicto. Por ejemplo, el precio por tonelada de fósforo pasó de valer 276 en el año 2021 a unos 938 dólares en 2022.
Este escenario motivó a la científica Dafne Crutchik a buscar una alternativa sencilla para extraer el fósforo de la orina. De acuerdo con la doctora en ingeniería química y ambiental y profesora de la Universidad Adolfo Ibáñez, esta práctica ya se viene realizando en varios países del mundo.
«El fertilizante se utiliza para el cultivo, luego el cultivo lo comemos. Solo parte de ese fósforo se absorbe y el resto termina en la orina y posteriormente se pierde en las aguas residuales», dijo.
La orina contiene fósforo, un mineral esencial para la fabricación de fertilizantes. Foto: AFP
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De hecho, la orina se viene usando como fertilizante en otros lugares. Los agricultores de Estados Unidos, Francia, Nepal o Ucrania recurrieron a este líquido para que sus campos crezcan.
Además, los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI) reciclan la orina para poder cultivar tomates en el espacio.
Los cinco investigadores vienen mezclando agua de mar, que aporta el magnesio, con la orina recibida de familiares y amigos.
Al recibir el líquido se disponen a dejarlo en reposo durante varios días. Durante este tiempo, la combinación entre la orina y el agua de mar provoca una solidificación del fósforo.
Es así como logran que este mineral se convierta un unos pequeños cristales de color blanco que queda listo para ser usado como fertilizante.
Por ejemplo, solo 500 gramos de estos cristales podrían fertilizar una tonelada de tierra para cultivar tomates.
La cantidad de cristales de fósforo depende de la calidad del líquido o los nutrientes que contenga. Los investigadores explicaron que todo depende si la orina es fresca o si es la primera del día.
En uno de los experimentos los investigadores utilizaron cuatro litros y medio de orina y 250 mililitros de agua de mar. De esta forma, lograron producir unos 80 gramos de cristales.
La técnica para usar la orina con el objetivo de crear fertilizantes demostró tener un gran potencial. Los científicos explicaron que un humano orina en promedio un litro y medio por día.
De esta forma, Crutchik estima que si la orina humana del mundo se reciclara, el 20 % de los fertilizantes sintéticos podría reemplazarse por estos cristales.
La investigadora dijo que a finales de 2024 espera determinar el costo de producción. Ella cree que sería mucho más «económico» que los fertilizantes artificiales, por la gran cantidad de materia prima disponible.
Pero este tipo de proyectos podría enfrentar algunos obstáculos por el rechazo de algunas personas y por la legislación de algunos países.
De hecho, la orina no aparece en el listado de los 679 fertilizantes autorizados por las autoridades en Chile y por lo tanto no se podría utilizar.
Lo cierto es que la propuesta podría contribuir a reducir los efectos devastadores que el exceso de fósforo genera en lagos, ríos y océanos hasta donde llegan las aguas negras.
«La contaminación por fósforo es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad y contribuye a la degradación de los ecosistemas de los que depende la humanidad», dijo el Programa para el Medio Ambiente de la ONU,
La iniciativa de usar la orina para crear fertilizantes ha llamado la atención del mundo y podría ser una gran alternativa ecológica para producir alimentos y reducir la contaminación.
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