La nave espacial Kosmos 482 caerá sin control sobre la Tierra. Foto: NASA/ Pixabay
La nave espacial soviética Kosmos 482 caerá esta semana sobre la Tierra sin control luego de que su lanzamiento a una misión a Venus fallara hace más de 50 años.
Esta sonda espacial quedó atrapada en la órbita terrestre en 1972 luego de que se registrara un error en el cohete que no le permitió salir de allí para dirigirse a este lejano planeta.
De esta forma, esta enorme sonda de 500 kilogramos ingresará a la atmósfera terrestre entre el 8 y 12 mayo, viajando a una velocidad estimada de más de 242 kilómetros por hora.
Los científicos no han podido determinar en qué lugar de nuestro planeta podría caer y si la masa de metal sobrevivirá al ingresar a la atmósfera.
Se estima que el riesgo es similar al de la caída de un meteorito y por eso se cree que las posibilidades de que genere un gran daño o impacto son pequeñas, pero no se debe descartar.
Marco Langbroek, profesor de ciencia espacial de la Universidad Técnica de Delft, explicó que esta nave podría llegar a caer en una amplia zona ubicada entre los 52 y grados norte y sur de latitud.
“Como este es un módulo de aterrizaje que fue diseñado para sobrevivir al paso a través de la atmósfera de Venus, es posible que sobreviva intacto al reingreso a través de la atmósfera de la Tierra y al impacto”, dijo el profesor en su blog.
Sin embargo, algunos expertos esperan que el escudo térmico de Kosmos 482 se haya debilitado al estar unas cinco décadas en el espacio, lo cual haría que la sonda podría desintegrarse al entrar en la atmósfera.
Además, como gran parte del planeta está cubierto por agua, las posibilidades de que los restos de la nave caigan sobre una zona poblada son bajas y por eso se espera que termine en alguna parte del océano.
Las agencias espaciales están siguiendo la trayectoria de la nave Kosmos 482 y se decidió activar el protocolo de seguimiento del Comité Internacional para la Basura Espacial.
Los científicos han explicado que cientos de objetos y desechos espaciales reingresan a la atmósfera terrestre, pero la mayoría de ellos se desintegran o caen zonas remotas.
«Dado que la sonda fue diseñada para resistir la entrada en la atmósfera de Venus, es posible que la sonda (o partes de ella) sobreviva a la reentrada en la Tierra y alcance la superficie», dijo la NASA.
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