Los datos que demostraron que la emisión de dióxido de carbono llegó a su récord fueron publicados por un instituto norteamericano. Foto: EFE.
El cambio climático es innegable, y sus efectos se sienten en cada rincón del mundo. Si aún no estás al tanto de los retos que nos trae este fenómeno medioambiental, es momento de que descubras estos datos sobre el calentamiento global que no podrás creer.
Antes de empezar, hablemos un poco sobre el cambio climático. Este es el nombre que se le da a una variación irregular en el clima de la Tierra, causada por la emisión de gases de efecto invernadero.
Se cree que el calentamiento global comenzó a finales del siglo XIX, cuando la Revolución Industrial trajo consigo nuevas maquinarias y la población humana creció sin control. El aumento poblacional, más los gases producidos por los combustibles que alimentaban la industria, calentaron el planeta.
A continuación, presentaremos los nueve datos sobre el calentamiento global que han dejado boquiabiertos a los científicos:
El dióxido de carbono es uno de los gases de efecto invernadero y ha estado presente en la Tierra desde sus inicios. Sin embargo, la actividad humana ha causado un aumento nunca antes visto en los niveles de CO2. De hecho, se estima que la última vez que la medida de dióxido de carbono en el ambiente había sido tan alta, fue hace tres millones de años.
Al ser un elemento natural de la tierra, el CO2 no desaparecerá, pero si sus niveles siguen aumentado, la calidad del aire que respiramos y la vida que vivimos disminuirán muchísimo.
Uno de los datos sobre el cambio climático que más preocupan a los expertos es que la deforestación está fuera de control. La pérdida de bosques y selvas por la actividad humana ya afectó a la mayoría de las zonas verdes del planeta, incluyendo al Amazonas y la selva de Borneo.
La agricultura, el uso comercial de la madera y la extracción de aceite de palma son las causas principales de la deforestación. Sin árboles, el planeta no puede regular los efectos del CO2. Lamentablemente, hemos perdido 178 millones de hectáreas de bosque en los últimos 20 años.
Recientemente los cambios estacionales han dejado de ser normales. Ahora, los inviernos son extremadamente fríos, mientras que los veranos son demasiado calientes. Esta variación climática causa largos periodos invernales, donde nada crece y las especies no pueden reproducirse, así como terribles incendios forestales impulsados por el aire seco del verano.
Si no se revierten los efectos del calentamiento global, la temperatura promedio de la tierra aumentará en 2,3 °C para el 2100, causando efectos climáticos terribles.
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Los niveles de ácidos nocivos crecerán sin parar en los océanos, y también se acumularán en la lluvia. Esto ocurre porque las aguas marinas absorben el CO2, causando un desequilibrio en su pH natural. El vapor del agua contaminada llega a la atmósfera, donde se condensa y cae en forma de lluvia ácida.
Además, el océano no para de acumular dióxido de carbono y desde la Revolución Industrial, ha absorbido casi el 30% de todas las emisiones de CO2 producidas por la humanidad. Esto destruye a los arrecifes y contamina la vida marina.
Muchas especies animales, sobre todo aves migratorias, se verán afectadas por el cambio climático. Los datos sobre el calentamiento global demuestran que varias especies de aves han cambiado sus ciclos migratorios, y ahora realizan viajes más largos o más cortos, intentado escapar de los climas adversos.
Mientras que la Gran Barrera de Coral, un importante ecosistema oceánico ubicado cerca de las costas australianas, ha perdido la mitad de sus corales en los últimos 30 años, afectando a las especies locales. Si el calentamiento global continúa, deberemos decirle adiós a los arrecifes del mundo.
El 2016 fue un año catastrófico para el bienestar ambiental, ya que no solo fueron los doce meses más calurosos de la historia reciente, sino que también se registró un aumento de 21cm en el nivel del mar.
Muchas ciudades y poblaciones costeras, especialmente las del Pacífico Sur y la Polinesia, encendieron las alarmas. Varios de estos lugares podrían desaparecer del mapa si los niveles del mar siguen subiendo.
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Las zonas urbanas son uno de los mayores focos de calor que hay en nuestro planeta. El uso de hormigón y ventanales de vidrio que absorben y reflejan luz del sol causan burbujas calurosas, donde la temperaturas es varios grados mayor que en lugares despejados.
Esto perjudica a las personas que viven en áreas cercanas, a las aves que hacen vida en la ciudad y también al planeta, puesto que entre más calurosas sean las calles, mayor será el uso de aires acondicionados, aumentado los alarmantes niveles de CO2.
Uno de los primeros datos sobre el calentamiento global que atrapó la atención del público, fue el derretimiento de los glaciares polares. Al año, desaparecen 227 mil millones de toneladas de hielo, que se derriten y aumentan los niveles de agua de mar.
Igualmente, especies autóctonas de las zonas árticas, como los osos polares y los pingüinos emperadores, están muy amenazados por la pérdida de su hábitat. Otro de los riesgos es el mercurio de los glaciares, que se une con el mar y envenena los océanos.
Aunque los datos sobre el calentamiento global parecen ser aterradores, todavía estamos a tiempo de ayudar al planeta. Sin embargo, se necesitarán US$ 140 mil millones anuales para combatir efectivamente el cambio climático.
Del mismo modo, hay que disminuir significativamente la tasa de deforestación, combatir la pobreza y crear conciencia sobre los efectos que el calentamiento global tendrá sobre nosotros, sino actuamos ahora mismo.
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