Un plato experimental de Mugaritz que simula un embrión humano hace estallar la polémica

El prestigioso restaurante guipuzcoano Mugaritz se acaba de ver propulsado al centro de la polémica culinaria por culpa de uno de sus ‘platos concepto’. El plato en cuestión es un trampantojo comestible con forma de embrión humano. Está elaborado a base de gominola de pasta de habas y achiote, con caldo de jamón y habas, y se presenta acompañado de caviar.

El resultado luce así de realista:

Desde Mugaritz explican que se trata de una creación experimental que data de 2015. Nunca había generado polémica hasta ahora. Entre otras cosas, porque casi nadie había podido admirar el plato fuera de entornos profesionales especializados o contextos de formación académica. Pero el pasado 21 de marzo, Andoni Luis Aduriz decidió sacar el concepto de la privacidad del archivo de su restaurante Mugaritz para mostrarlo ante un reducido grupo de comensales en Madrid en el marco del ciclo #elcocidoesdetodos.

En cuestión de pocos días, la imagen de arriba se ha vuelto viral, convertida en ariete de partidos de ultraderecha y grupos ultracatólicos contrarios al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.

Pablo Hertfelder, director de la asociación antiabortista Instituto de Política Social (IPSE), encendió el fuego en Twitter. A la vez que difundían la imagen descontextualizada, desde IPSE iniciaban una campaña de recogida de firmas y amenazaban con iniciar acciones legales contra Aduriz. Consideran que la receta es “un insulto grave contra los más de 99.149 niños abortados al año en España”. También que “es ofensiva e incita al odio”. Desde sectores ultracatólicos han tildado el plato de “demoníaco”.

 

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Mugaritz se defiende

Desde Mugaritz, uno de los mejores restaurantes del mundo (dos estrellas Michelin), han salido al paso de las críticas para aclarar algunas informaciones erróneas.

En un hilo de Twitter, el restaurante explica que “el plato que se está difundiendo nunca ha formado ni formará parte de la propuesta gastronómica de Mugaritz”. La receta forma parte de su colección de ‘platos tabú’ . Son creaciones experimentales que se utilizan “como ejercicio interno para explorar los límites de la contradicción humana”, dicen. También aclaran que el plato responde al nombre de “Origen”, y no “Feto en su líquido amniótico”, como han informado algunos medios.

Desde Mugartiz inciden en que el plato nunca ha formado parte de la oferta del restaurante y que solo se elabora en contextos privados de formación académica, seminarios y foros especializados.  “Lamentamos profundamente que las imágenes e informaciones no verificadas que se han difundido por terceros, hayan podido herir sensibilidades. Mugaritz con ninguna de sus creaciones y bajo ningún pretexto persigue ese fin”, remata el restaurante en su comunicado.

 

En el mismo sentido se ha expresado el chef Aduriz en declaraciones a El País. “En el cajón de Mugaritz hay muchísimas recetas que las consideramos tabú”, explica. Son platos que “no salen a la carta” y “se quedan en el ámbito de la discusión privada”.

“La gente ha visto un acto diabólico. Una cosa perversa. Nosotros vimos un acto de vida”, se lamenta Aduriz. “¿Por qué lleva habas? Porque en el mundo antiguo las habas representaban embriones y a nosotros a nuestra sopa de habas le metimos un embrión, pero desde la perspectiva del origen, de un canto a la vida”, insiste el chef. “La gente más ofendida es curiosamente la que tiene la mirada más perversa. No ven vida, ven muerte, ven fetos… Es muy sorprendente esta paradoja”.

 

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