El Primer Perro de Boric: símbolo de una generación que prefiere tener mascotas antes que bebés

«Me encuentro aquí frente a ustedes, en la que es una de las grandes sorpresas del destino, yo, un perro quiltro, me convierto, por elección popular en el Primer Perro de la República».

Con estas palabras, Brownie, el perro de Gabriel Boric, anunciaba en su cuenta de Instagram el puesto que iba a ocupar a partir de ahora. La publicación llegaba solo unas horas después de que el nuevo presidente chileno asumiera la jefatura del Estado en un acto precedido de una ceremonia constitucional muy emotiva.

Se trata del presidente más joven de la historia de Chile y, para lo bueno y para lo malo, se nota. Entre los cambios políticos más importantes destaca que por primera vez vaya a haber más mujeres que hombres su Gabinete de Gobierno. Pero, por el momento y hasta que su mandato se traduzca en cambios materiales, Boric ha basado su etiqueta de renovación y juventud en acciones simbólicas.

Una cuantos ejemplos: los tatuajes que luce Boric son toda una novedad para un presidente de Chile: lleva en la piel un árbol, un faro y el mapa de Magallanes, la región donde nació. Boric rompió con la tradición de llevar un traje de corbata, como viene tiempo haciendo. Como conductor del Ford Galaxie descapotable desde el cual los presidentes chilenos saludan a sus seguidores tras su investidura puso al volante, de nuevo, por primera vez, a una mujer, la suboficial Lorena. Su banda presidencial estaba cosida por un Sindicato Revolucionario y en el menú que se sirvió a los presidentes invitados había opción vegana.

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Mejor perros que niños

Pero, sin duda, su manejo de la viralización de contenidos en redes sociales ha sido su mayor fuerte. Y no solo de las suyas, también las de Brownie. Sí, el mismísimo Primer Perro de la República cuenta con casi medio millón de seguidores.

Como buen millenial, Boric, hasta el momento, prefiere los perros a los bebés. A sus 36 años no está casado ni tiene hijos y eso le acerca a su generación. España tiene actualmente más hogares con mascotas que habitados por menores de 15 años y el año 2019 fue el primero en el que murieron más personas de las que nacieron. Según el censo de animales del año 2018, el país contaba con 13 millones de mascotas en sus hogares, de los cuales el 93% eran perros, el 6% gatos y el resto conejos. Otro estudio elaborado por ANFAAC elevaba la cifra a 28 millones de mascotas.

Ya sea por motivos económicos, culturales o una mezcla de ambos es evidente que las relaciones emocionales entre especies están cambiando la configuración de la sociedad. Los perros han dejado de ser ayudantes en las granjas, para pasar a ser compañeros de vida o incluso presidentes. Los datos lo demuestran. Y ahora también Boric, convertido en una suerte de símbolo millenial.