“No tengo palabras. Él tenía sus razones para hacer lo que hizo y por favor no lo juzguen. Yo solo quiero que los niños inocentes que murieron me perdonen”
Salvador Ramos era un estudiante regular de secundaria, aparentemente normal e inofensivo, hasta que el pasado martes 24 de abril entró a una escuela y asesinó a 21 personas con dos rifles de asalto que había adquirido de forma legal para su cumpleaños número 18.
Sin duda alguna los familiares de Ramos son otros de los afectados luego de este trágico acontecimiento. A pesar de educar y criar a su hijo, la madre de Salvador, Adriana Martínez, aseguró en una entrevista para Televisa no tener palabras ante lo ocurrido.
“No tengo palabras. No tengo palabras para decir, no sé lo que estaba pensando. Él tenía sus razones para hacer lo que hizo y por favor no lo juzguen. Yo solo quiero que los niños inocentes que murieron me perdonen”, confesó la madre, durante la entrevista que concedió en el interior de su vehículo.
Al referirse a su hijo, la madre describió a un joven tranquilo, inofensivo, algo que contradice las acciones violentas de Ramos. “Él era muy callado. Era muy callado. Él lo era. No molestaba a nadie, no le hacía nada a nadie”, dijo Adriana.
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El joven de 18 años vivía con sus abuelos hasta el día del ataque. Esto debido a que decidió irse con sus abuelos luego de una larga pelea con su madre, algo que sucedía con mucha frecuencia de acuerdo a los testimonios de los vecinos.
“Tenía una sensación incómoda a veces, como “¿qué andas haciendo? Él podía ser agresivo… si de verdad se enojaba”, comentó Adriana Martínez en otra entrevista concedida a ABC News.
La madre de Salvador no ha sido la única miembro de la familia que ha dado declaraciones. También lo hizo su abuelo Rolando Reyes, quien se mostró atónito tras casi perder a su esposa, la primera de las víctimas de ese día. “Su abuela hizo todo por él, incluso cocinar y recogerlo de los turnos de trabajo tardíos”, dijo el anciano.
Reyes también aprovechó la oportunidad para referirse a las víctimas principales del ataque, 19 niños entre 7 y 10 años: “Lo siento mucho, tengo mucho dolor, lo siento por todas las familias. Algunos de ellos son mis amigos, y voy a tener que enfrentarlos algún día”.
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