Al parecer, una silla de ruedas guardada impidió que un manipulador de equipaje pudiera ver su jaula.
Mittens, una gata Maine Coon, realizó tres viajes en 24 horas entre Nueva Zelanda y Australia porque su jaula fue olvidada en la bodega de carga de un avión.
La felina de ocho años viajó con su familia desde Christchurch (Nueva Zelanda) a su nuevo hogar en Melbourne (Australia).
Sin embargo, las cosas no salieron como lo planearon y su dueña, Margo Neas, se llevó un gran susto cuando se bajó del avión y Mittens nunca llegó.
Margo contó que esperó a que descargaran a Mittens en la zona de carga del avión durante tres horas, pero no apareció.
El personal de Air New Zealand confirmó que el avión se había regresado a Nueva Zelanda con Mittens en su bodega. Este viaje de regreso duró aproximadamente siete horas y media.
Al parecer, una silla de ruedas guardada impidió que un manipulador de equipaje pudiera ver su jaula.
“Dije, ¿cómo puede pasar esto? Dios mío”, recordó Neas en declaraciones a NBC.
El piloto de Air New Zealand se enteró del que la gata iba a bordo durante el vuelo de regreso, por lo que decidió encendió la calefacción en la bodega de carga para que estuviera cómoda.
Ver esta publicación en Instagram
Ver más: 74 gatos fueron rescatados del piso de una mujer en España que vive con ‘síndrome de Noé’
La gata, en el tercer recorrido, logró encontrarse de nuevo con su dueña
Por fortuna, las cosas tuvieron un buen desenlace: la compañía de mudanzas de mascotas que Neas utilizó para organizar el viaje de Mittens, se aseguró de que la gata llegara a su destino final sin ningún otro contratiempo.
“Corrió a mis brazos, se acurrucó aquí y me dio los abrazos más grandes de todos los tiempos”, contó. “Fue un gran alivio”.
Air New Zealand aseguró que reembolsaría todos los gastos asociados con el viaje de Mittens y se disculpó por lo sucedido.
¿Cómo reaccionarías si olvidan a tu mascota en la bodega de un avión?
Te puede interesar:
