Los científicos descubrieron que el veneno de este animal tiene una enzima fundamental para regular los niveles de azúcar en la sangre
Ozempic se ha convertido en uno de los medicamentos más conocidos a nivel mundial por la forma como podría combatir la diabetes y el sobrepeso.
Pero detrás de su éxito hay un pequeño lagarto que fue fundamental para poder desarrollar un componente farmacológico que podría convertirse en toda una revolución para combatir este tipo de enfermedades.
Todo se logró con el monstruo de Gila, un lagarto venenoso que habita los desiertos de Norteamérica.
Los científicos descubrieron que el veneno de este animal tiene una enzima que les permite activar el receptor GLP-1 que produce una hormona que regula los niveles de azúcar en la sangre.
De hecho, la mordida venenosa de este lagarto podría generar algunas complicaciones a una persona, aunque su veneno evolucionó para inmovilizar a pequeñas presas.
El veneno del monstruo de Gila fue clave para el desarrollo del Ozempic. Foto: Pixabay
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La Universidad de Queensland explicó que la hormona (exendina-4) ayuda al lagarto a sobrevivir con tan solo seis comidas durante un año, por lo que tenía un efecto directo al ralentizar su metabolismo.
Los científicos entendieron que la hormona puede normalizar rápidamente los niveles de glucosa y empezaron a desarrollar los primeros ensayos y a producir los medicamentos.
De esta forma, también se identificó que las personas que usaron estos medicamentos registraban una pérdida sostenida de peso, lo cual se empezó a difundir e hizo que ganara la fama que tiene en la actualidad.
El desarrollo de un medicamento como Ozempic ha generado millonarias ganancias al laboratorio danés Novo Nordisk, luego de que las personas lo empezaran a usar masivamente para perder peso, aunque se desarrolló inicialmente para tratar la diabetes.
