La mujer y su abogado afirmaron que enfrentaba discriminación al quedar aislada después de no recibir ninguna tarea laboral durante 20 años.
Una mujer francesa demandó a una empresa por acoso moral y discriminación, porque la compañía que la contrató le pagó por no hacer nada durante 20 años.
Laurence Van Wassenhovw, quien padece hemipléjica parcial (parálisis en la cara y las extremidades), fue contratada por France Telecom, que posteriormente fue adquirida por Orange, en 1993 para un puesto adecuado a sus necesidades médicas.
Luego de un tiempo, la mujer solicitó un traslado en 2002, pero su nuevo lugar de trabajo no se adaptaba a sus necesidades.
La mujer nunca tuvo un espacio de trabajo
En 2003, el médico de trabajo confirmó que el nuevo lugar de trabajo no era apto para Laurence yera necesario hacer adaptaciones. Pero nada cambió, Laurence no tendrá un lugar de trabajo, ni funciones, ni reuniones, ni correo electrónico profesional, pero sí un pago.
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«Soy una trabajadora discapacitada, no una persona enferma”, aseguró la mujer.
Laurence afirma que Orange quería forzarla a renunciar aislándola y negándole una integración profesional y social, lo cual es especialmente significativo para alguien con una discapacidad.
El abogado presentó una demanda contra Orange y contra cuatro directivos de la empresa. También se recurrirá al tribunal administrativo, como defensor de las víctimas.
“Contratar a una persona con discapacidad significa reconocer su labor y ayudarla a integrarse mejor en la sociedad”, dijo David Nabet-Martin, abogado de la mujer. “En este caso, a mi clienta se le negó todo esto al ser olvidada durante 20 años, con la esperanza de que renunciara a su puesto”.
En 2015, Orange designó un mediador para resolver la situación, pero no hubo cambios. La empresa dice que le ha pagado y proporcionado ayudas no reembolsables, asegurando que todo fue para satisfacer sus necesidades, aunque sus problemas de salud lo impidieron.
Sin embargo, esta situación le ha afectado a Laurence su estado emocional, al sentir que aparte de sentirse aislada por su discapacidad, ahora siente que no puede ocupar ningún lugar social. Laurence estima su daño económico en más de 650.000 euros.
¿Te has sentido discriminado en tu trabajo?
