Unos 200 monos se fugaron de un refugio y obligaron a los policías a atrincherarse en una comisaría en Tailandia

Unos agentes de policía tuvieron que refugiarse en una comisaría durante un fin de semana luego de que una turba de 200 monos se escapara de un refugio en Tailandia.

Todo se registró en la localidad de Lopburi en donde sus habitantes fueron alertados para que se resguardaran ante las amenazas de estos monos fugitivos.

Desde hace varios años, algunas ciudades asiáticas se han enfrentado a este grave problema debido a la proliferación de monos en zonas urbanas que roban a las personas y entran a las casas en busca de comida.

De esta forma, en esta nueva emergencia fueron los policías los que se llevaron una sorpresa al ver que un enorme grupo de monos se instaló cerca de una comisaría.

«Tuvimos que cerrar las puertas y ventanas para evitar que entraran en el edificio en busca de comida», dijo el capitán de policía Somchai Seedee.

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Las autoridades tuvieron que perseguir a estos monos en las calles para capturarlos con el objetivo de alejarlos de las zonas residenciales.

Un informe de la policía estableció que los monos escaparon porque la jaula en la que estaban no pudo soportar la fuerza con la que los monos se balanceaban.

Fue así como estos  monos lograron atravesarla y escapar del refugio generando toda una emergencia en esta localidad.

El diario The Bangkok Post informó que ya se capturaron decenas de animales. Además, los empleados del Departamento de Parques Nacionales y  Vida Silvestre se sumaron a las labores de captura.

Aunque Tailandia es una nación mayoritariamente budista, desde hace mucho tiempo ha asimilado las tradiciones hindúes.

Esto hizo que los tailandeses desarrollaran un cariño especial por los monos gracias al heroico dios mono hindú Hanuman, que ayudó a Rama a rescatar a su amada esposa Sita de las garras de un malvado rey demonio.

Miles de estos intrépidos primates dominan las calles que rodean el templo Pra Prang Sam Yod, en el centro de Lopburi.

Desde finales de la década de 1980, la ciudad ofrece un festín anual de fruta a su población de macacos.

Sin embargo, la población de monos ha crecido tanto que se volvió incontrolable y ahora son los responsables de vandalismo y peleas en las calles generando un conflicto con los humanos.

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