Las esposas de ISIS: mujeres que viven en el exilio

Hoy en día, el ISIS sigue siendo una de las organizaciones terroristas más peligrosas del mundo. Se estima que tiene unos 30 mil combatientes activos, la gran mayoría son hombres, pero también hay algunas mujeres. Ellas son las esposas del Estado Islámico, y sus historias son sorprendentes.

¿Por qué las mujeres se unen al ISIS?

El objetivo principal del Estado Islámico es crear un califato, donde impere su ley. Durante su época de mayor poder, entre los años 2014 y 2018, el ISIS tuvo el control territorial en varias regiones de Irak y Siria, donde cometieron varios de sus peores crímenes.

En aquel momento, los militantes del ISIS aparecían en numerosos medios internacionales, al mismo tiempo que creaban su propia red de propaganda, donde alentaban a jóvenes de otras regiones a integrarse en sus filas.

Increíblemente, tuvieron algo de éxito, ya que se sabe que ciudadanos de al menos 18 países, dejaron sus vidas cotidianas para formar parte de la milicia. Entre ellos, varias mujeres.

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Por supuesto, la propaganda yihadista dirigida a las mujeres era diferente a la de los hombres. Los líderes del Estado Islámico animaban a chicas jóvenes a unirse a sus filas para convertirse en enfermeras, costureras, cocineras, niñerías y, especialmente, esposas.

Debido a ello, unas 550 mujeres procedentes de Europa, Australia y Estados Unidos, viajaron hasta Siria o Irak con la intención de casarse con un combatiente del Estado Islámico.

Muriel Degauque, la primera en cometer un atentado

Aunque el ISIS empezó a hacerse conocido durante la Guerra Civil en Siria, la organización había estado activa desde 1998. Una de las primeras esposas del ISIS fue Muriel Degauque, una mujer belga que trabajaba como panadera en su país de origen.

Después de casarse, Muriel Degauque se convirtió al islam adoptando una visión radical de esta religión. En 2005, ella se encontraba en Irak y allí llevó a cabo un atentado terrorista contra un convoy del ejército estadounidense.

Muriel Degauque, que en ese momento era viuda, estaba decidida a cumplir con su misión. Ella fue la única víctima de este atentado, ningún soldado norteamericano murió.

Degauque fue la primera mujer europea en protagonizar un ataque islamista. Se sabe que hubo muchos más perpetrados por mujeres, pero estos nunca fueron reconocidos por los líderes de la organización. De hecho, ninguna mujer apreció nunca en los videos propagandísticos del ISIS.

Por su parte, si alguna fotografía de estas mujeres era publicada, se borraba digitalmente su rostro, ya que según la interpretación más extrema del Islam, ellas no pueden ser vistas ni fotografiadas por extraños.

Además, las mujeres y niñas que vivían en los campamentos terroristas eran vigiladas por Al-Khansaa, una especie de policía religiosa femenina. Esta división del ISIS se encargaba de vigilar a las esposas de los combatientes.

¿Qué paso con las que se arrepintieron?

La ciudad Mosul era la capital del Estado Islámico, esta había sido capturada por los terroristas durante la Guerra Civil Siria, y posteriormente fue retomada por el ejército iraquí. Aquí vivían muchas de las mujeres que formaban parte de la organización.

Tras tomar Mosul, el gobierno iraquí no ofreció ninguna garantía a estas mujeres ni a sus hijos, por lo que tuvieron que huir al campo de refugiados de Al-Hawl. Aquí, varias de ellas pidieron ser repatriadas, junto con sus nuevas familias, a sus países de origen.

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Entre ellas, había 15 ciudadanas británicas, 13 australianas, 6 estadounidenses y 3 francesas. Algunas fueron repatriadas, mientras que a otras se les fue revocada su ciudadanía, convirtiéndose en apátridas.

De igual manera, una de las ciudadanas australianas, quien se casó con un combatiente y tuvo hijos con este, declaró que nunca volvería a su país y que se quedaría voluntariamente en el campo de refugiados.

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