España enfrentó incendios devastadores este verano que arrasaron con cientos de miles de hectáreas en solo unos días
Este verano, España está en llamas. Más de 100.000 hectáreas calcinadas en cuestión de días. Pero la pregunta es: ¿de verdad somos conscientes de lo que significa?
Aunque se están investigando aún las causas de los incendios que estamos presenciando, lo cierto es que más del 90% de los incendios generales que se desatan en España son producidos por la actividad humana.
Pero aun así, la policía ha tenido que intervenir porque hay gente haciendo barbacoas en medio del bosque. Otros lanzan fuegos artificiales en pueblos resecos.
Y mientras, el país entero se convierte en una antorcha.
¿De qué sirve que bomberos y brigadistas se jueguen la vida si seguimos encendiendo mechas con la misma inconsciencia de siempre?
No tengo palabras suficientes para abarcar el dolor, la impotencia y la tristeza que sentimos al ver cómo tantas familias en España, perdiéndolo todo a causa de los incendios que siguen arrasando en sus campos, hogares, animales y sueños.
Ojalá este dolor nos haga más humanos,… pic.twitter.com/9LHztUqoiI
— Carlos Baute (@carlosbaute) August 29, 2025
En solo cinco días, la superficie quemada pasó de 39.000 a más de 130.000 hectáreas.
Es como si hubiéramos borrado del mapa toda la isla de Ibiza… en menos de una semana.
El incendio de Chandrexa, en Galicia, ya arrasó más de 20.000 hectáreas.
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Los expertos lo llaman ‘fuego de sexta generación’: esos que generan su propia tormenta y son imposibles de controlar.
Aunque España tiene más aviones contra incendios que California, desde 2009 la inversión en prevención se ha recortado un 52%.
O sea: apagamos… pero no prevenimos.
Y aquí está el verdadero incendio: nuestra indiferencia. Seguimos actuando como si no pasara nada.
No se trata solo de apagar. Se trata de cambiar cómo vivimos el verano, cómo tratamos las montañas, cómo prevenimos antes de que arda. Y se trata también de ser conscientes que el cambio climático es una realidad, amiga.
Casi siempre el fuego no empieza solo, sino por nosotros. Por descuido, por negligencia o por indiferencia.
Porque si ver cómo arden más de 100.000 hectáreas en días no nos despierta… ¿qué tiene que pasar para que reaccionemos?